Alexis Sánchez se robó todas las miradas en el partido del Inter de Milán frente al Torino. Y es que cuando Hakan Calhanoglu anotó el 2-0 en San Siro, El Niño Maravilla dejó de lado los festejos con sus compañeros y le realizó gestos a Simone Inzaghi para que lo hiciera jugar algunos minutos en la Serie A.
“Me toca a mí”, parecía decir el tocopillano desde el borde de la cancha, realizando el clásico gesto para pedir sustitución. Un momento que se hizo viral a través de redes sociales, aunque finalmente le terminaría dando resultados: el técnico italiano lo llamó y le permitió jugar la última media hora tras sustituir a Marcus Thuram.