Alexis Sánchez parece haber firmado su salida del Olympique de Marsella. Luego de meses de negociación, las partes no han podido conseguir un acuerdo y el elenco francés ya se habría rendido tras presentar numerosas ofertas desechadas por el jugador.
Ahora, el destino del atacante podría estar en Turquía, donde registra las primeras reuniones con el Galatasaray, un equipo que hace mucho tiempo lo busca y que cumple con las peticiones del tocopillano. Mientras tanto, en Marsella se preparan para olvidar a la figura del último curso.
La salida de Alexis representará un golpe fuerta para el cuadro “Olímpico”, que vio en el delantero a un referente tanto dentro como fuera de la cancha. En ese sentido, ya comenzaron la búsqueda de su reemplazante, el cual se encuentra a detalles de llegar a la institución.
Se trata de Pierre Emerick Aubameyang, delantero que cursó la última temporada en el Chelsea y que vendría a ocupar la plaza vacante del chileno. Sánchez tiene una historia con el gabonés, puesto que fue él quien lo reemplazó tras su polémica salida del Arsenal en 2018.
La historia entre Aubameyang y Sánchez
En el invierno europeo de 2018, el “Niño Maravilla” pujó en el Arsenal para encontrar una salida al Manchester United o al City, luego de años como estrella del equipo. En una polémica negociación, los “Gunners” le concedieron el deseo, y en su lugar adquirieron a Aubameyang.
El africano -que marcó 92 goles en el conjunto de Londres, 12 más que el chileno- llenó el hueco dejado por Sánchez de buena manera, y los hinchas del Arsenal le comenzaron a sacar pica al delantero que sumó una buena cuota de goles. “Gracias por irte Alexis Sánchez. No habríamos tenido a Aubameyang si no te hubieras marchado”, indicaban los hinchas después de unos meses.
“Sé que Alexis Sánchez se está revolcando en su tumba deseando haber tomado la misma decisión”, manifestaron en tono vengativo tras la renovación de “Auba” en 2020.
Ahora, podría ocurrir lo mismo en Francia, ya que si bien Sánchez se fue libre, su salida de todos modos es dolorosa para la fanaticada “focense”, que veía en el chileno un posible capitán y líder del equipo.