El Betis aguantó el empate a cero inicial en el Benito Villamarín en un partido que jugó casi en su totalidad con un futbolista menos por la expulsión en el minuto 11 con roja directa del francés Nabil Fekir, circunstancia que no aprovechó el Athletic Club, que no fue el claro dominador del choque ante un rival que nunca perdió la fe en la victoria.
El empate, cuarto consecutivo del Betis y quinto del Athetic, no dejó contento a ningún equipo, aunque las circunstancias dejan a los verdiblancos mas satisfechos, ya que el punto les puede valer en la pelea por el quinto puesto de la clasificación, y más cuando en los últimos minutos el conjunto visitante apretó mucho en busca del triunfo.
Ambos equipos saltaron con el propósito de superar decepciones, los vascos, después de caer, también en Sevilla, en las dos finales de la Copa del Rey disputadas en dos semanas en el Estadio La Cartuja ante la Real Sociedad y el Barcelona, y el Betis tras acumular tres empates consecutivos en su carrera por asentarse en posiciones europeas.
Los dos entrenadores, el chileno Manuel Pellegrini en el Betis y Marcelino García Toral en el Athletic, movieron mucho sus equipos iniciales en comparación con las anteriores citas, al tener también en cuenta que el fin de semana llega otra jornada de LaLiga.
En el caso del conjunto bilbaíno, llegó a Sevilla con muchas ausencias, como la de última hora del central internacional Íñigo Martínez a causa de una gastroenteritis, pero además su técnico también dejó en el banquillo de inicio a dos titulares en la delantera como Iñaki Williams y Raúl García.
Claudio Bravo mantuvo el empate
Salió al partido la formación visitante más concentrada, hasta el punto de que a los tres minutos Jon Morcillo tuvo que hacer emplearse a fondo a Claudio Bravo en un remate en el que además pidió penal.
Poco después, en un lance en el centro del campo, Fekir entró fuerte a Unai Vencedor y el colegiado, tras consulta con el VAR, expulsó con roja directa al internacional galo.
Fekir se fue del campo a los once minutos y trastocó todos los planeamientos de Pellegrini, pero, pese a ello, el Athletic no se fue con descaro hacia el ataque ante un rival que quiso tener el balón para paliar su inferioridad numérica y que dejó solo a Borja Iglesias como jugador adelantado.
El equipo visitante, conforme avanzó el partido hacia el descanso, ganó metros y mas protagonismo, pero sin la velocidad suficiente para sorprender a la ordenada defensa bética, que no renunció a acercarse a la portería de Unai Simón, sobre todo en acciones a balón parado.
En la segunda parte, el Betis salió sin complejos a por el triunfo y a sacarle partido a las jugadas de estrategia, hasta el punto de que el central argelino Aïssa Mandi marcó, pero el árbitro, tras consulta otra vez con el VAR, anuló el gol por fuera de juego.
Fue un aviso para los hombres de Marcelino, que en el arranque de este período no mostraron que tenían un jugador más sobre el terreno ante un adversario que redobló sus esfuerzos y que vio cómo en otro ataque el balón acabó repelido por el larguero.
Reaccionó el conjunto vizcaíno ya en la recta final del choque, sobre todo con la entrada de Unai López, quien con un zapatazo hizo que efectuara una gran parada Claudio Bravo, que poco después también tuvo que intervenir ante otro de los ingresados, Raúl García.
Así, con el Athletic más volcado, el Betis buscó el contragolpe para resolver y en la prolongación tuvieron ocasiones de marcar los dos, primero Asier Villalibre, que se encontró con la cruceta de la meta local, y después el mexicano Diego Lainez.